lunes, 7 de octubre de 2013

Noticias desde la prehistoria

Día 11 (5-10-13) - Nada de nada
Día de perrería total. 

Día 12 (6-10-13) Alarma de incendios y más historias de terror
Me había puesto en marcha temprano esa mañana con la intención de ir a algún museo con Inma y Cintia. Pero después de estar un rato en el cuarto de Cintia, charlando sobre qué opciones teníamos para visitar, decidimos planificar exactamente a qué museo queríamos ir para otra ocasión, porque aquí son todos de pago, y no íbamos a desembolsar dinero por un truño. 

Total, que estábamos a punto de rendirnos e irnos cada una a nuestro cuarto cuando empezamos a escuchar golpes, y una alarma sonando en la lejanía. Nos asomamos por la ventana de Cintia, que está en la planta baja, y vimos la típica caseta donde están todos los cuadros de luces, abierta y echando humo. Mucho humo. Y la alarma que no paraba. Pero tan bajita, que dudo mucho que en toda la planta, durmiendo después de la fiesta del sábado, la hubiese oído alguien.
Algo inquietas, ellas decidieron celebrar el domingo yendo a por un pastelito, y yo decidí celebrarlo tumbándome en la cama. En lo que empecé a subir a mi cuarto me medio tranquilicé, porque la mujer que cuida la entrada parecía tranquila, y había algunos chavales fuera hablando despreocupadamente. Pero las luces de emergencia estaban encendidas, y la alarma no dejaba de sonar.
Después de comenzar a subir a mi habitación verifiqué que, después de dejar atrás la planta baja, la alarma a penas si se oye por los pasillos. Todos estaban en silencio, ni un alma en toda la residencia. Sólo un chico que me crucé por el pasillo, con la misma cara de desconcierto que yo. Porque en realidad, no parecía pasar nada.

En lo que me doy cuenta de que todas las luces, excepto las de emergencias, están apagadas. Al llegar a mi habitación, verifico que, efectivamente, la luz no va. Vale, igual es que se ha ido la luz y punto, y eso ha hecho saltar la alarma. Pero pasaban los minutos, la luz no vuelve, la alarma no para, y hay olor a quemado por toda mi planta. Y no tengo internet. Puta mierda.
Y yo, sin saber qué hacer. Porque parecía no pasar nada, pero, ¿y si acabábamos todos quemados vivos, y encuentran los restos carbonizados de mi cuerpo en la silla de mi habitación? Y con la pereza que da repatriar un cuerpo…
Desde luego, en esta residencia pasa de todo. Voy a empezar a pensar en la existencia de un fantasma malévolo. Un fantasma de la Ópera que va torpedeando nuestra estancia por aquí. 


Total, que al cabo de un rato decidí despertar a Lorena, por no ser la única gilipollas despierta en lo que la residencia prende en llamas. Decidimos hacer tiempo hasta que volviera la luz, haciendo una compra abundante en el Ipercoop (que es como un Carrefour). Al llegar la luz aún no iba, pero yo esperaba que por la tarde... total, que guardamos la compra en la nevera y cada uno a lo suyo. Decidí dormir una siesta para matar el tiempo antes de que volviera la luz.

Ilusa.

En lo que me entero, por la tarde, que no van a dar la luz hasta mañana. Que no había servicio los domingos. Una polla como un teleférico. Vamos, nos dejaron a 400 personas que seremos aquí, ¡sin luz! ¡Por la noche! Sin poder cocinar, con la comida estropeándose en la nevera. Desde luego, es tener el don de la oportunidad.... Total que hastiados, decidimos salir a cenar fuera y dar una vuelta hasta las 12 de la noche. Por lo menos estuvimos rápidas y compramos una velita (con la imagen de San Pío), y una linterna que van a dinamo. Con la esperanza de que, por la mañana, el problema estuviera solucionado.

Día 12 (07-10-13) - Desde la prehistoria y con esperanzas vanas.
Y otra polla como otro teleférico. Al bajar a recepción para ir todos los españoles juntos al examen de nivel de italiano (para dar clases y eso), la noticia bomba del día: hasta el día siguiente (o sea, mañana), no van a dar la luz. Vamos, que para pegarse un tiro. Ayer me reía, hoy tengo ganas de llorar.
Vamos, es que no pueden pasar dos días sin que pase algo en la residencia. Arsénico en el agua, irrumpen en mi habitación, me quedo encerrada en el ascensor, se va la luz...
¿Qué será lo siguiente? ¿Se va el agua? ¿Un terremoto? ¿Una invasión extraterrestre? ¿¡Zombies!?

Esto es increíble. Parece que me lo esté inventando, pero os juro que es real. Desde luego, nosotros no tenemos que pagar la fianza, nos la tendrían que pagar ellos a nosotros...
Total, el plan para esta noche es intentar hacerme un sandwich sosteniendo la linterna con la boca, y matar el tiempo de alguna forma.

¿La parte buena? Ya llevo por la mitad un libro de Terry Pratchett que me está gustando muchísimo.


En serio, empiezo a pensar que esto es como el show de Truman. Nos estarán grabando y luego las imágenes las cuelgan por internet, en plan experimento.


3 comentarios:

  1. Joder cariño, menudo sitio te ha tocado si esque...tenías que haberte ido a polonia que seguro que era mas limpio y seguro U,U

    Te echo mucho de menos, cuidate vale amor?

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  2. Ains, vaya montón de mierda, joder. Si es que no puede ser...
    A ver si mañana de verdad de la buena os dan ya la puta luz, o qué coño pasa, hombre yaaa.
    Lo malo es que aunque quieras leer la luz ya se va enseguida por la tarde, y hasta que te acuestes, como no tengas ganas de irte a dar una vuelta con los demás, te quedas sin nada que hacer. Porque leer con la linterna/vela es un suplicio. Bueno, al menos a mí me lo parece xDD
    A ver si hay suerte!!!!

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  3. Mira la parte divertida. Es una estancia llena de aventuras y desventuras. Y así siempre tienes novedades para publicar en tu blog :)

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